lunes, 13 de febrero de 2017

Sing Street: Una oda a los soñadores

"Dublín de los 80's. Chico conoce a chica. Chica no impresionada. Chico inicia una banda".


No amo los musicales; eso no es una sorpresa para quien me conozca. A pesar de ello, este año miré dos producciones de este género cinematográfico que me robaron el aliento, pero fue una de ellas la que se llevó toda mi atención.
Escrita y dirigida por John Carney, rinde tributo a quienes persiguen algo: el amor, la libertad, la realización personal a través del arte: la felicidad. A manera de drama musical, el filme nos sitúa en Dublín a mediados de los años 80 y sigue la historia de Conor (Ferdia Walsh-Peelo), un muchacho que es transferido de su escuela a un colegio más barato llamado Synge Street pues la familia está pasando por problemas económicos —y un posible divorcio. Las cosas ocurren como es de esperar: Conor tiene dificultad para adaptarse e incluso se ganó la atención de un abusivo, pero todo cambia cuando conoce a una chica llamada Raphina (Lucy Boynton); dice ser modelo y esto lleva a Conor a pedirle que aparezca en el video musical de su banda. Sólo que hay un problema: tal banda no existe. Todavía. Con algunos compañeros de su escuela nace Sing Street, una banda que, si bien aún no define su identidad, no impide que den lo mejor de sí.
La cinta tiene un elenco de jóvenes muy talentosos que se convierten totalmente en sus personajes, cada matiz emocional está muy bien dominado y es imposible no encariñarse con ellos —vamos, que incluso el abusivo tiene lo suyo— y uno de los mejores personajes es el mentor de Conor: su hermano mayor, que da las herramientas necesarias para el crecimiento de su hermanito
La música es sin duda uno de sus mayores puntos fuertes: toma prestadas canciones de bandas setentero-ochenteras como The Cure, Duran Duran o The Jam y con ese estilo crean siete temas originales acreditados a Sing Street.
La coreografía y producción de los videos musicales tienen toda la esencia ochentera digna de ser transmitida en MTV y, por supuesto, realiza homenajes a los artistas del momento —destaco la escena en la que Conor se viste à la Robert Smith. Ese deseo de “copiar” y crear es parte del espíritu de la película, el no dejarse pisotear por el sistema o por la vida misma y luchar por alcanzar aquello que deseamos, incluso cuando al principio nos digan que no servimos o que nosotros mismos nos demos cuenta de que empezamos con proyectos de modesta manufactura pero mucho corazón.
Sing Street es una obra que por desgracia actualmente es opacada por la popularidad de otro musical que trata varios de los mismos temas, sin embargo, gracias a la variedad de personajes, Sing Street añade mayor profundidad no sólo a estos caracteres sino a la odisea de los soñadores, aquellos que se dieron cuenta de que la vida no es lo suficiente buena y decidieron empezar la creación de algo que ayude a hacerla mejor, tratarla como si la hubieras robado.

Martín Romero Chi
Director y co-creador de LaCantada Producciones.


No hay comentarios:

Publicar un comentario