Una de las películas de horror más
interesantes de esta década es Siniestro
(2012), de Scott Derrickson. Sin embargo, a nivel personal, con
ella tuve un conflicto por su manejo de sucesos “racionales” y su repentina transición
al terror sobrenatural. Esto, por supuesto, sin ignorar que en realidad es una
excelente aportación al género.
Ocurre algo parecido con La
morgue (2016), del director noruego André Øvreda (mejor conocido por su película de 2010, Troll hunter). En su primer acto nos
presenta una casa donde ocurrió una masacre, y en el sótano una mujer
semienterrada que aparentemente no muestra ninguna clase de daño físico. Inmediatamente
llevan a esta mujer no identificada a la morgue de la familia Tilden para
determinar la causa de su muerte y así entregar respuestas al alguacil que este
podrá decir a los medios a la mañana siguiente. Pero cuando la autopsia
comienza, la línea entre lo mundano y lo sobrenatural se hará cada vez más
delgada. Sólo que, como dije al principio, este cambio puede sentirse un tanto brusco.
Y esto no es algo malo; resulta apropiado que
eligieran una morgue como punto de encuentro entre las dos vertientes
principales el género, pues ¿qué hay más desconocido que la muerte? ¿Existen
consecuencias por trabajar así de cerca con algo tan misterioso y que no
podemos entender por completo?
La atmósfera de horror está muy bien lograda por
las constantes tomas incómodas hacia el cadáver de “Jane Doe” (como se le dice
a las mujeres no identificadas en Estados Unidos, así como en los hombres es “John
Doe”), en especial a su rostro, los inquietantes colores apagados por todas partes, los
silencios…
Pero a veces
estos silencios son rotos por básicos jump
scares que simplemente matan la tensión que se logra en muchas de las
escenas; efectos de sonido de golpes demasiado fuertes que nada tienen qué ver
con la acción realizada. Un ejemplo: el joven protagonista está asomándose,
silencioso, por un pasillo, y su novia lo espanta con una exclamación, pero
escuchamos un estruendo que no proviene de ninguna parte, que es completamente
gratuito
Este tipo de
cosas ocurren unas 4 o 5 veces, y sí, resulta molesto, pero no hace de menos el
excelente trabajo que el director hizo con la ambientación, el manejo de cámara
y de los actores. Además, si van acompañados de personas que aman este tipo de
sustos hasta ellos la disfrutarán. Aplausos aparte por la música de Danny
Bensi y Saunder Jurriaans y el último acto de la cinta, impresionante en
efectos especiales. Si buscan algo de buen cine de horror, La morgue es para ustedes.
Martín Romero
Director y co-creador de LaCantada Producciones
