sábado, 29 de abril de 2017

La morgue: autopsia de lo sobrenatural




Una de las películas de horror más interesantes de esta década es Siniestro (2012), de Scott Derrickson. Sin embargo, a nivel personal, con ella tuve un conflicto por su manejo de sucesos “racionales” y su repentina transición al terror sobrenatural. Esto, por supuesto, sin ignorar que en realidad es una excelente aportación al género.
Ocurre algo parecido con La morgue (2016), del director noruego André Øvreda (mejor conocido por su película de 2010, Troll hunter). En su primer acto nos presenta una casa donde ocurrió una masacre, y en el sótano una mujer semienterrada que aparentemente no muestra ninguna clase de daño físico. Inmediatamente llevan a esta mujer no identificada a la morgue de la familia Tilden para determinar la causa de su muerte y así entregar respuestas al alguacil que este podrá decir a los medios a la mañana siguiente. Pero cuando la autopsia comienza, la línea entre lo mundano y lo sobrenatural se hará cada vez más delgada. Sólo que, como dije al principio, este cambio puede sentirse un tanto brusco.
Y esto no es algo malo; resulta apropiado que eligieran una morgue como punto de encuentro entre las dos vertientes principales el género, pues ¿qué hay más desconocido que la muerte? ¿Existen consecuencias por trabajar así de cerca con algo tan misterioso y que no podemos entender por completo?
La atmósfera de horror está muy bien lograda por las constantes tomas incómodas hacia el cadáver de “Jane Doe” (como se le dice a las mujeres no identificadas en Estados Unidos, así como en los hombres es “John Doe”), en especial a su rostro, los inquietantes colores apagados por todas partes, los silencios…
Pero a veces estos silencios son rotos por básicos jump scares que simplemente matan la tensión que se logra en muchas de las escenas; efectos de sonido de golpes demasiado fuertes que nada tienen qué ver con la acción realizada. Un ejemplo: el joven protagonista está asomándose, silencioso, por un pasillo, y su novia lo espanta con una exclamación, pero escuchamos un estruendo que no proviene de ninguna parte, que es completamente gratuito
Este tipo de cosas ocurren unas 4 o 5 veces, y sí, resulta molesto, pero no hace de menos el excelente trabajo que el director hizo con la ambientación, el manejo de cámara y de los actores. Además, si van acompañados de personas que aman este tipo de sustos hasta ellos la disfrutarán. Aplausos aparte por la música de Danny Bensi y Saunder Jurriaans y el último acto de la cinta, impresionante en efectos especiales. Si buscan algo de buen cine de horror, La morgue es para ustedes. 


Martín Romero
Director y co-creador de LaCantada Producciones

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