domingo, 5 de marzo de 2017

Logan: el mejor filme de X-Men que nada tiene de X-Men





En la última entrega de la saga principal X-Men: Apocalipsis (2016), cuando los mutantes más jóvenes salen del cine bromean sobre una de las realidades delas trilogías hollywoodenses: la tercera siempre es la peor. Sin embargo, el camino que las películas de Wolverine ha recorrido es inverso. Luego de una terrible y aburrida X-Men Orígenes: Wolverine (2009) y una regular Wolverine inmortal (2013) Logan regresa de una manera diferente, tanto que parece no ser parte del mismo universo que hemos visto en los últimos 17 años, y eso es para mejor. Tenemos, esta vez, una película de cómic que sólo comparte los nombres con el medio impreso y que trata el tema de la decadencia humana, no de la colectividad sino de la individualidad: la vejez, la enfermedad, el hastío…

La escena inicial nos muestra a un Logan que apenas puede sostener una pelea, y cuando logra eliminar a sus enemigos por primera vez lo vemos realmente herido, exhausto. Abrir de esta manera una supuesta película de superhéroes sirve de manera perfecta para establecer el tono que llevará: se acabó el Logan que resiste balazos y sigue atacando, que se levanta de inmediato cuando cae.

Hugh Jackman interpreta como nunca un personaje que lleva desarrollando desde el 2000 y nos recuerda que no es sólo un actor carismático sino que posee verdadero talento. Patrick Stewart regresa como Charles Xavier mas no como el profesor X; ahora es un hombre senil que depende de medicamentos para mantener su estabilidad mental y no representar una amenaza para todos. A esta dupla se suma un miembro más joven: Dafne Keen como la pequeña y mortífera Laura. Todos estos elementos en suma no parecieran formar parte de una película de superhéroes y eso es precisamente lo que hace a esta obra tan grandiosa: es un drama muy humano, una película road trip con el anciano enfermo, el hombre sin esperanza y la infante asustada por un mundo inhóspito.

James Mangold regresa como director tras su esfuerzo en Wolverine inmortal y esta vez aprovecha la clasificación C (R en EU) y la libertad de entregar a un Logan más violento y salvaje, más real en cuanto a su condición decadente y furiosa. En el apartado de la música, Marco Beltrami también repite como en Wolverine... y crea una banda sonora que refleja el ambiente ominoso de la película; contrario al resto de cintas de la franquicia, no hay temas heroicos, sólo frialdad e incertidumbre. Los colores apagados aportan esa sensación de páramo, de una vejez desoladora que, junto con lo ya mencionado forman quizá la mejor película relativa al universo X-Men.

Por supuesto, Logan tampoco está exenta de problemas en el guion: como la decisión de descansar en una casa cuando son perseguidos, arriesgando sin parecer importarles a la gente que los ayuda o la falta de mayor dramatismo en ciertas escenas con dos personajes importantes (íconos así debieron generar mayor pena). Sin embargo, esto no quita lo bien hecha que está la película como despedida para el Logan de Jackman.

Para terminar quiero decir algo que me resultó curioso y es una interpretación muy personal: en cierto momento Logan observa un cómic que cuenta una aventura de los X-Men y dice que muchas de esas cosas no pasaron y las que sí no fueron de ese modo. Al empezar esta reseña dije que la película parece ajena al resto de la franquicia (un ejemplo es que Charles tiene cabello, poco, pero lo tiene y se supone que desde los 90’s era totalmente calvo). Pero en vista que hace referencia a lo ocurrido en la primera X-Men (el evento en la Estatua de a Libertad), pienso que al mencionar la “ficcionalización” de los hechos en forma de cómic, esta entrega sugiere que todo lo que hemos visto (desde X-Men hasta X-Men Apocalipsis) es parte de la ficción dentro de la ficción que es la misma Logan. ¿A poco no es un gran detalle?

Martín Romero Chi
Director y co-creador de LaCantada Producciones

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